Autor Daniel Marranghello
Publicado originalmente en el Diario La Prensa Libre
Los grandes estudios de Hollywood buscan obtener el máximo de ganancias con sus grandes producciones; por eso utilizan una estrategia muy conocida: acaparar el máximo de pantallas, con el fin de eliminar competencia y lograr la mayor cantidad de espectadores el primer fin de semana, antes de que se corra la voz sobre la verdadera calidad de sus películas.
En Estados Unidos se lanzan las películas grandes en simultáneas de 4 mil y 5 mil salas cinematográficas, precedidas de una inmensa campaña publicitaria. En Costa Rica, que tiene unas 80 salas de cine, se ha llegado a la suma de 40 salas dando la misma película, ofreciendo más de 400 funciones y evitando la competencia; ninguna otra película se estrena, solo la superproducción.
Esta estrategia es una clara forma de restricción de la competencia, lo cual es inmoral e ilegal. Las autoridades deberían intervenir y señalar a las compañías distribuidoras y exhibidoras que deben estrenar el mismo promedio de películas que los otros fines de semana, para dar oportunidad de que exista competencia y que el consumidor tenga posibilidad de elegir.
En el caso de los multicines se debe reglamentar el número máximo de salas que puedan dar la misma película, de tal modo que se dé espacio a otras cintas de otra categoría, dirigidas a otro tipo de público. El 70% de las salas deben dar otras películas, solo un 30% como máximo deben ser empleadas para los estrenos de grandes producciones. Si el público desea ver esas grandes producciones tendrá oportunidad de hacerlo en la segunda, tercera o cuarta semana de exhibición, si es que la película es buena.
También se hace frecuente la cancelación de estrenos de películas de calidad, que se anuncian al público y luego simplemente desaparecen de programación. Esto es una burla de las compañías de Hollywood hacia el público. Se debe exhibir lo que se anuncia. Se debe promover el estreno del mayor número de películas. de diferentes estilos, géneros y países. Es lo justo, lo correcto.
viernes, 8 de octubre de 2010
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