lunes, 28 de junio de 2010

La Industria Cinematográfica Británica


Autor Marco Antonio Sanabria

Desde la Segunda Guerra Mundial, la declinación de la asistencia a las salas de cine en la Gran Bretaña no tiene su explicación o justificación en la escasez de buenas películas o en la aparición de la TV, más bien, se justifica por los cambios demográficos y los cambios en la concepción social sobre el ocio o tiempo libre.
Para la primera mitad de la década de 1980, se registró un 48% de declinación en la asistencia a los cines, que ha sido el porcentaje más alto desde la Segunda Guerra Mundial.
Para 1985, hubo un aumento de un 18% y luego para 1986 hubo un aumento por el mismo porcentaje. Podría ser por el esfuerzo promocional dado por el British Film Year que comenzó en mayo de 1985 y se mantuvo hasta antes del Festival de Cannes (un año después). Se tuvo un slogan que decía que el cine es el mejor lugar para ver una película (the cinema is the best place to watch a film), pero el público británico pareció no estar de acuerdo.
Un estudio hecho en diciembre de 1984, por la Broadcasting Research Unit, indicó que un 64% de los entrevistados opinaron que el mejor lugar para ver una película era el hogar, un 31% dijo que el cine y un 5% no supo responder.
Para 1946, un 74% de la población británica iba al cine al menos una vez al año y un 32% iba al cine una o más veces por semana. Luego otra investigación descubrió que para 1984, el 74% de la población no iba al cine (porcentaje que bajó a 68% en 1985) y que sólo un porcentaje muy bajo (1%) iba al cine una vez a la semana o más.
Parece ser que la mayoría de las explicaciones sobre la declinación en la asistencia a las salas, se basa en dos problemas principales, que son: el producto (servicio) y la tecnología.
En la Gran Bretaña, se ha combatido esta declinación de mucha maneras, haciendo ver sobre la calidad de la imagen y el sonido, con el Cinerama[1], tercera dimensión, 70 mm., Dolby sound, etc.
El vídeo, cable, pay-per-view y otros similares, mantienen las películas al alcance del público, y permiten a los productores hacer películas que implican algún riesgo económico.
Según D. Docherty, D. Morrison y M. Tracey, (1986, p. 29.) el nuevo sistema del HDTV (High definition TV) es un arma de doble filo, porque permite una imagen equivalente a la que da la impresión en 35 mm. en un cine pequeño (1.125 líneas).
Estos investigadores, también dicen algo que reafirmarán más adelante otros: que el problema de la fluctuación en la asistencia al cine consiste básicamente en que los productores y personas interesadas, no conocen a las audiencias, a los consumidores de películas.
Una de las formas de analizar a los consumidores de películas, o audiencias, es desde un ángulo sociológico, en la que se ubica a las personas como miembros de familias, trabajadores, escolares; mira la satisfacción de cada uno, y analiza los diferentes segmentos que pueden consumir o ver una película.
D. Docherty, D. Morrison y M. Tracey, (1986, p. 32.) respaldan a otros autores e investigadores, al afirmar que ir al cine es sobre todas las cosas una forma de utilizar el tiempo libre o el ocio, se relaciona directamente con el ciclo de vida de cada persona, que el cine tiene una relación con la percepción de costo - beneficio, y que a través de la historia cambia según la naturaleza del trabajo y la familia.
Otro aspecto importante que estos investigadores han dado a conocer en la Gran Bretaña, es que la lucha del cine contra los avances tecnológicos ha sido una batalla que se viene perdiendo conforme la tecnología avanza y se desarrolla aún más.
En dicha nación, cada vez que un cine cierra, se debe a que ya ha tenido pérdidas equivalentes a un 75% de sus ingresos. Y concluyen que solamente se le puede atribuir a la TV la causa de declinación equivalente a dos tercios en la asistencia al cine entre 1950 y 1954.
Y dicen que después de 1980, parte de la declinación tiene su origen en el VCR.
Los investigadores D. Docherty, D. Morrison y M. Tracey, (1986, p. 37.) sostienen que para la vasta mayoría en el Reino Unido que ven películas en vídeo, (ver películas) se ha convertido en una experiencia hogareña, una experiencia que ellos pueden controlar por medio del VCR de una forma que nunca podrían en una sala cinematográfica.
Y luego de una investigación (1986, p. 38.), afirmaron que entre 1980 y 1984, cuando el vídeo tomó fuerza en el Reino Unido, la asistencia a los cines bajó en un 48%. Y que aquellos que no tenían un VCR, que eran personas con pocos recursos económicos o personas viejas, de todas formas eran personas que no iban al cine.
Concluyen su artículo diciendo que la clave para analizar, investigar y observar este proceso, es ver al cine como una forma de entretenerse, de utilizar el tiempo libre. Dado todas las actividades y necesidades que genera el ocio (o tiempo libre) debe verse el consumir una película de una forma diferente o separada al deseo de ir a ver una película.
[1]Cinerama: Sistema desarrollado entre 1940 y 1950 por el ingeniero norteamericano Fred Waller, que permite filmar simultáneamente una escena con la ayuda de tres cámaras sincronizadas (Three-Lens Cinerama), dispuestas en tres ángulos distintos de forma que abarquen un campo horizontal de 146° y uno vertical de 55°, lo que equivale aproximadamente al campo de visión del ojo humano.

Las reacciones de la Industria Cinematográfica ante la competencia de la TV

Autor Marco Antonio Sanabria

El cine, en un principio subestimó el peligro que representaría la TV; la radio en los años veintes y treintas no afectó el crecimiento de la Industria Cinematográfica en ese tiempo, lo que hizo que los ejecutivos de los estudios no se alarmaran con el surgimiento de la TV.
Cuando después de un tiempo, se hizo evidente que la TV había tomado parte de los consumidores de películas en el cine, los productores y exhibidores se ilusionaron con la idea de que la pérdida iba a ser temporal y que al pasar la novedad de la TV, todo volvería a ser como antes.
Ellos, subestimaron la capacidad y el poder de la TV para crear programas atractivos y entretenidos que capturaran la atención del público.
Entre 1946 y 1949, las ganancias de 10 de los estudios más importantes bajaron de $122 millones a $30 millones. Lo cual hizo que la mayoría abandonara sus antiguos métodos de producción para reducir los costos. e.g. en 1946 los grandes estudios tenían contratados a 598 actores, pero en 1957, solamente eran 196 y lo mismo sucedió con otras categorías del personal.
Otra forma de competir contra la TV, fue por medio de las grandes producciones, como el caso de películas como The ten commandments o Around the world in eighty days (1956). Esto hizo que el número de películas disminuyera, e.g. en el período de 1927 a 1947, se produjeron 488 películas por año, mientras que en 1954 sólo fueron 253.
Otra forma de reacción fue por medio de las nuevas tecnologías, se usó el Cinemascope, el Cinerama, rodajes en tercera dimensión, se filmaron más películas en color. Para 1957 se habían instalado lentes Cinemascope en 17.644 salas de cine en los EE.UU. y Canadá. Para rivalizar con el CinemaScope, de la 20th Century-Fox, la Paramount lanzó el proceso Vistavisión[1], el cual ampliaba la imagen también.
La Metro Goldwyn Mayer introdujo el sistema Todd-A.O.[2] en 1956, con la película Oklahoma (1955); aquí se utilizaba película de 65 mm. de ancho para captar una gran imagen y era un sistema compatible con el resto y que permitía, además, que la película pudiese llevar hasta 7 canales de sonido.
Para mejorar sus ingresos, los principales estudios de Hollywood decidieron entrar en 1955, en el campo de la producción de programas para la TV. Uno de los principales objetivos era poder hacer publicidad a las películas y atraer al público de nuevo a las salas de cine, pero este objetivo no se cumplió.
Otra reacción frontal de Hollywood fue la de no venderle sus películas viejas a las estaciones de TV para que fueran transmitidas.
Esa posición, la mantuvo Hollywood desde 1947 hasta 1954, cuando finalmente la RKO (Radio-Keith-Orpheum) rompió dicho acuerdo y vendió los derechos de 750 largometrajes, en un paquete con un precio estimado en $600.000,00.
Otras compañías siguieron a la RKO, más tarde, aunque con condiciones diferentes. Esta última reacción fue la aceptación de una derrota, la TV había ganado la batalla al cine; aunque más bien, como se verá en una sección más adelante, esto no fue una derrota, fue el inicio oficial de una simbiosis, un desarrollo armónico entre el cine y la TV.[3]
No fue sino hasta unos 20 años después que el cine recuperó terreno ante la TV con la producción de películas como Jaws y Star wars.
[1]Vistavisión: Sistema de rodaje para pantalla panorámica, patentado por la Paramount en 1954. Emplea película común de 35 mm. y una cámara especial que filma horizontalmente fotogramas de 8 perforaciones y 25,50 mm. de altura, por lo que el negativo tiene doble anchura.
[2]Todd-A.O.: Sistema de rodaje y proyección desarrollado, en 1955, por Brian O'Brien para Michael Todd-American Optical Corporation. Con una sola cámara tomavistas permite impresionar imágenes sobre película negativa de 65 mm. y 5 perforaciones por medio de tres objetivos especiales de gran angulación que cubren los ángulos 37°, 48°, 64° y 128° en la pantalla. En la actualidad el sistema original ha caído en desuso.
[3]Stuart, Frederic. “The effects of television on the motion picture industry, 1948-1960”. The American movie industry. Ed. Gorham Kindem, Carbondale, Illinois, Southern Illinois University Press. 1982. pp. 257-307

Primera vez en los cines de Tiquicia

Documental

Primera vez en los cines de Tiquicia
Jéssica I. MONTERO SOTO
jessicamontero@aldia.co.cr

El programa "Lunes culturales para todos", de la Universidad de Costa Rica, estrenará el documental "La llegada del cine sonoro a Costa Rica", una producción de Rodolfo Rodríguez y Daniel Marranghello. Basado en uno de las investigaciones hechas por Marranghello.
"Es una función abierta al público, se presentará la película y se responderán preguntas", explica Marranghello.
La proyección se efectuará el lunes 22 de agosto a las 7 de la noche en el auditorio Abelardo Bonilla, de la ciudad universitaria Rodrigo Facio, en San Pedro de Montes de Oca.
La obra tiene una duración de 20 minutos y está dividida en tres partes. Usted puede adquirir una copia en formato DVD comunicándose al teléfono 231-3207, con el profesor Marranghello.
El costo es de ¢5.000.

Publicado originalmente en: http://www.aldia.cr/ad_ee/2005/agosto/19/farandula9.html

"El Cine en Costa Rica, 1903-1920" de Daniel Marranghello

En febrero de 1988 se publicó el primer libro de historia del cine en Costa Rica, que se titulaba “El cine en Costa Rica, 1903-1920” y su autor es el profesor, crítico e investigador cinematográfico costarricense Daniel Marranghello. Nunca antes se había publicado una obra sobre este tema.
Esta obra de 231 páginas describe en detalle múltiples aspectos de la historia del cine nacional: importaciones y exportaciones de películas y cinematógrafos, reglamentos de censura, impuestos al cine, la llegada de cinematógrafos ambulantes, la creación de teatros y salas de cine, la coexistencia de espectáculos de variedades con el cine, comentarios de la prensa, la filiación de películas en Costa Rica por parte de camarógrafos extranjeros, la filiación de las primeras películas realizadas por camarógrafos costarricenses, Amando Céspedes Marín y Manuel Gómez Miralles en 1913-14, la expansión del cine a zonas de provincia: San Ramón, Cartago, Puntarenas y Limón, los empresarios nacionales de las salas de exhibición de ese tiempo, entre otros.
“El Cine en Costa Rica, 1903-1920”, es una obra de gran rigor histórico y académico. Tiene 32 cuadros estadísticos y 11 gráficos sobre importaciones y exportaciones de películas y cinematógrafos; tiene también 17 apéndices (reglamentos de censura, impuestos al cine, licitación para contratar cinematógrafo en Puntarenas para las fiestas cívicas de 1912, etc.) y 31 fotografías históricas, entre ellas un par de imágenes del Cine Lafayette, de Cartago, el primer local en Costa Rica que adoptó el nombre de cine. El profesor e investigador Daniel Marranghello realizó su trabajo en forma independiente, sin contar con asistentes y sin tener apoyo de ningún ministerio, universidad, fundación o empresa; revisó miles de publicaciones periódicas, revistas, libros, documentos oficiales, fotografías, para poder escribir este formidable libro.
Más de 400 notas indican las fuentes consultadas, de acuerdo con las normas académicas.
El método empleado fue la consulta exclusivamente de fuentes escritas, no se utilizaron fuentes orales, es decir, no se incluyen entrevistas con personas que podrían recordar algo de ese periodo.
“El cine en Costa Ruca, 1903-1920” tuvo muy buena acogida en el extranjero, fue adquirida por numerosas cinematecas y universidades de Europa, Canadá, Estados Unidos y Nueva Zelanda.
Daniel Marranghello puso a Costa Rica en el mapa de los estudios cinematográficos del mundo.
Antes de la publicación de este libro no existía en las bibliotecas de Estados Unidos, Europa y otros países un libro sobre historia del cine en Costa Rica. Fue una obra pionera, que abrió brecha. Fue reseñada en revistas especializadas de Europa y Estados Unidos y su autor fue felicitado por investigadores extranjeros.
En Costa Rica no es una obra muy difundida; sin embargo, los investigadores que en Costa Rica han escrito sobre historia cinematográfica del país posteriormente a 1988 se han beneficiado por este libro, fundamental en ese campo.
Todavía hay algunos ejemplares disponibles. Los interesados en obtener uno pueden llamar al teléfono 231-3207.
Del autor
Marranghello es distinguido profesor, crítico, investigador e historiador cinematográfico. Es también autor de otros cuatro libros: “Manual de Iniciación al Cine” (1984), “Cine y Sociedad” (1985), “Cine de Ciencia Ficción” (1986) y “Amadeus y otros ensayos cinematográficos” (1987). Además, ha publicado numerosos artículos sobre temas cinematográficos y audiovisuales en la prensa costarricense. Ha sido presidente de la “Asociación de Amigos de Cinemateca Nacional”; es miembro fundador y secretario del “Comité Costarricense de Cine y Vídeos sobre Ciencia y Tecnología”, entre otros destacados logros.

Publicado originalmente en: http://www.prensalibre.co.cr/2007/febrero/02/abanico08.php

Daniel Marranghello: 25 años de cine

Daniel Marranghello: 25 años de cine
Sandra González Vargassgonzalez@prensalibre.co.cr.
El profesor, crítico e investigador cinematográfico Daniel Marranghello cumplió recientemente 25 años de actividad en pro de la cultura cinematográfica. Fue en agosto de 1980 cuando inició su actividad, con una ponencia presentada en el Foto sobre Medios de Comunicación y Censura, organizado por el Ministerio de Justicia. En dicha ponencia planteaba la necesidad de modificar el reglamento de censura, de cambiar el sistema de elección de los censores y proponía la creación de un impuesto a las películas de sexo y violencia, con el fin de promover la cultura y la educación cinematográficas.
Unas semanas después, publicó en un semanario unos artículos en los que trataba los temas. En septiembre de 1981 comenzó a colaborar en LA PRENSA LIBRE , con artículos de crítica cinematográfica. Entre los primeros que publicó se destacan los dedicados a la cinta “1900”, del director Bernardo Bertolucci. Desde entonces ha publicado más de 500 artículos sobre diversos aspectos del cine; artículos sobre libros de cine, sobre historia del cine, sobre políticas audiovisuales y críticas de películas de directores muy importantes: milos Forman, Martín Scorsese, Woody Allen, Sergei Eisesntein, F. Truffaut, L. Malle, Francis Ford Coppola, Akira Kurosawa, René Clair, Costa Gavras, James Ivory, Steven Spielberg, Ingmar Bergman, John Huston, Jane Campion, etc.
Daniel Marranghello es el único costarricense que ha publicado 14 libros sobre cine, el primero de ellos fue el “manual de Iniciación Cinematográfica” ( 1984) , luego vinieron: “Cine y Sociedad”( 1985), “Cine de Ciencia Ficción” (1986), “Amadeus y otros ensayos cinamatográficos” ( 1987), “El cine en Costa Rica, 1903-1920 ( de 1988), “Cine y Censura en Costa Rica ( 1989), “Cómo apreciar el cine” ( 1990), “Análisis cinematográfico” ( 1994), “El Retorno y el cine en Costa Rica en 1930” ( 1995), “Cine para pensar” ( 1997), “la llegada del cine sonoro a Costa Rica” ( 1998), “Las primeras películas del cine de Costa Rica” (2000), “Análisis del guión cinematográfico” (2000) y “the First Film of Costa Rican Cinema” (2003).
Varios de estos libros han sido adquiridos en 18 países por 15 cinematecas y 56 universidades, entre ellas: Harvard University, Yale, Standford Cornell, Univeersity of California, Univeeersity of Penssylvania, University of Toronto, University of Ámsterdam, Odense University, Universidad de Barcelona, Universidad de Sevilla, etc. Los libros de historia del cine de Costa Rica de Daniel Marranghello han sido reseñados en revistas especializadas de Estados Unidos, Francia, Italia y Bélgica.
Daniel Marranghello es miembro de la “Society for Cinema and Media Studies” y fue profesor de Apreciación de Cine de la Universidad Nacional en el período 1984-1987. Fue secretario y miembro fundador del Comité Costarricense de Cine y Video sobre Ciencia y Tecnología y presidente de la Asociación de Amigos de la Cinemateca.
Recientemente escribió el guión y produjo el documental “La llegada del cine sonoro a Costa Rica”. A partir del 10 de octubre en horario de 6:30 a 8:30 de la noche, dará el curso Historia del Cine en Costa Rica I. Los interesados deben llamar al teléfono 231-32-07, de 1 a 6 de la tarde para obtener información.

Publicado originalmente en: http://www.prensalibre.co.cr/2005/octubre/06/abanico09.php

domingo, 27 de junio de 2010

Los efectos de la TV en la Industria Cinematográfica

Autor Marco Antonio Sanabria

La Industria Cinematográfica inició un período de gran declinación, aproximadamente en 1947.
Entre los años de 1946 y 1956, dicha industria perdió casi la mitad de sus clientes o consumidores (los espectadores). El promedio semanal de asistencia bajó de 90 millones a 46 millones.
¿Qué otros factores aparte de la baja en la asistencia a los cines contribuyeron a la reducción de las ganancias de los estudios de Hollywood? Uno de ellos fue el surgimiento de la TV; a quien muchos analistas le atribuyen el descenso en la asistencia a las salas de cine. Ha habido desacuerdos al respecto, porque durante la misma época, también operaron otros factores. Algunas explicaciones planteadas al respecto son:
1. Los consumidores durante la Segunda Guerra Mundial experimentaron aumento en sus ingresos y una escasez de productos que comprar, por lo que utilizaron su dinero divirtiéndose en las salas de cine. Dicho hábito cambió una vez que terminó la guerra. Cuando acabaron la restricciones, la gente hizo más gastos en automóviles, electrodomésticos y otros, que en ir al cine.
2. La gente se desplazó del centro de las ciudades a los suburbios lo que afectó la industria en varias formas:
A. Muchas de las salas se encontraban en los centros de las ciudades, por lo que para los que gustaban del cine, se volvió más costoso asitir.
B. Otras actividades estaban a disposición de los habitantes de los suburbios; como cuidar el jardín, hacer deporte, tener un campo de juegos en el patio o hasta un pequeño taller casero.
C. Conseguir personas que cuidaran a lo niños, (niñeras) se volvió más difícil y costoso en los suburbios.
3. Se dio la competencia de los autocinemas (Drive-in[1] o Motocine), lo que hizo que la asistencia a las salas cinematográficas bajara y así su volumen total de ingresos, ya que el autocinema era más barato. Se pagaba por automóvil, por lo que si iban 5 personas, el costo de ver la proyección se reducía.
4. El aumento de los embotellamientos, muy característico del tránsito en el centro de las ciudades, más el aumento en el costo de los servicios de estacionamiento desmotivó a muchos, los cuales dejaron de ir a las salas de estreno, que era la principal fuente de ingresos para los estudios.
5. La calidad de las películas bajó.
Las estadísticas han demostrado que el número de autocinemas en los EE.UU. aumentó de 300, en 1946, a 4.500, en 1956; y durante el mismo período se suspendió el funcionamiento de aproximadamente 4.200 salas de cine tradicionales.
Los ingresos por ventas de boletos en salas de cine bajaron de $1.614.000.000,00 en 1948, a $1.407.000.000,00 en 1954. La baja per capita fue del 21%, de $11,50 a $8,73. Los Estados que registraron una baja en el gasto per capita de los espectadores de cine fueron aquellos donde había más penetración de la TV, con un 75% de penetración.
Entre 1948 y 1954 el número de salas de cine que operaba en los EE.UU. disminuyó de 18.631 a 18.491; al considerar que la población estadounidense tuvo un aumento y que hubo un descenso en las salas de cine per capita de un 10%, se atribuye esta reducción a la competencia de la TV. Y básicamente lo que evitó una mayor disminución en las salas de cine fue el aumento en el número de autocinemas en ese período. Así, las que sufrieron fueron la salas de cine ubicadas en los centros de las ciudades, tenían dos flancos de ataque, el de la TV y el de los autocinemas.
El clima, también tuvo su influencia, e.g. durante el invierno, la gente prefería quedarse en casa viendo la TV, mientras que se comprobó un aumento en la asistencia del público a las salas de cine durante el verano, cuando la gente se iba de vacaciones y la programación en la TV era débil.
[1]Drive-in: Expresión angloamericana cuya equivalencia castellana es motocine. Se trata de cines al aire libre, con una gran pantalla que permite a los automovilistas contemplar la proyección de las películas sin necesidad de salir del vehículo que conducen; los automóviles se agrupan en localidades o especie de plataformas. Para 1962, existían 5000 autocinemas en los EE.UU.

Sobre el método aplicado por Gallup

Autor Marco Antonio Sanabria

Gallup aplicó el método que ya había usado en sus encuestas políticas; así usó una muestra representativa del público que asistía al cine en lo EE.UU. Ya desde 1936, incluyó preguntas sobre cine, y así logró establecer el perfil del público que asistía al cine, o sea, el perfil del consumidor de películas de cine en los EE.UU.
Gracias a sus investigaciones, Gallup pudo registrar para sus clientes cambios en los hábitos de los espectadores de cine a lo largo de la década de 1940. Las reacciones de los espectadores eran clasificadas según aspectos demográficos (e.g. edad y sexo) y geográficos (lugar de residencia). Y además los espectadores eran clasificados como regulares o irregulares.
Para 1941, se determinó que las mujeres gustaban de las películas con protagonistas de su sexo y que los hombres gustaban de protagonistas masculinos. Se notó también que la mayoría del público la constituía gente joven con un espectador frecuente de 19 años como promedio de edad. Los resultados (nada sorprendentes) se convertían en algo demostrado estadísticamente.
Con sus investigaciones, Gallup se propuso aislar los elementos o factores que producían el éxito o el fracaso de las películas; en un principio preguntó a las personas encuestadas por títulos de películas, estrellas, tramas, como determinante. Luego se agregaron preestrenos para evaluar de una forma global el efecto del proyecto y para estudiar el tipo de publicidad que era adecuada.
Con el objeto de determinar el título más apropiado para una película, la empresa Gallup planteaba hasta 40 opciones diferentes, normalmente se ponía al encuestado a escoger entre cuatro grupos de títulos. El objetivo principal de esas encuestas era determinar la popularidad del título y las connotaciones que sugería, ver si era entendido por el espectador común y si generaba asociaciones positivas o negativas.
Señalaba también este tipo de investigaciones, el tipo de público que podía atraer una película y permitía diseñar estrategias de comunicación precisas. Desde un inicio, Gallup entendió que la claridad del título era algo esencial en la popularidad del mismo. Si el público no entendía una palabra del título, o si no podía pronunciarlo bien, no mostraba interés en ver la película.
Según los resultados de las encuestas, la relación entre el título y el contenido de la película debía ser directa, y además, los títulos debían servir de guía al público sobre la narración.
Otras encuestas se relacionaban con los argumentos, se les preguntaba a los encuestados si les gustaría ver determinada historia en la pantalla. La empresa Gallup, utilizaba una sinopsis de 60 palabras para medir las reacciones del espectador en una entrevista personal. Estas encuestas servían para dar una indicación general sobre las preferencias del público y se usaron a menudo para adaptar de la literatura al cine famosas novelas. También las encuestas hacían planteamientos sobre variantes de trama, personajes y ambientación, estudiaban así cuál combinación despertaba interés.
Cuando la Columbia planteó la filmación de la biografía del compositor Frederic Chopin (A song to remember), los estudios indicaron que el interés era tibio por la biografía de un compositor, pero cuando Gallup creó nuevos resúmenes del argumento en los que la historia hacía énfasis en una historia de amor entre Chopin y George Sand, el interés cambió a uno mayor.
Con la película Notorious, los resultados de la encuesta mostraron que no había un gran interés por el título, pero sí por su director Alfred Hitchcock y las estrellas Cary Grant e Ingrid Bergman, por lo que sirvió para orientar la publicidad, en la que se crearon carteles con imágenes de los actores abrazándose. Otro caso lo constituye la película sobre la biografía del cantante Al Jolson, en los que el interés principal se centró en la música, y que se reflejó en la estrategia de comunicación con carteles que presentaban una lista de las 26 canciones interpretadas en la cinta.
Cuando habían preestrenos, se llevaba gente de acuerdo a las características de la muestra representativa del público de cine en general; el público debía apretar unos botones, con lo que determinaban si la película les gustaba o no. Luego se graficaban estas respuestas y se procedía a cortar aquellas escenas que no habían despertado interés en el público. La película se probaba otra vez y otra vez, hasta obtener los resultados deseados por los ejecutivos de Hollywood.
Gallup hacía también investigaciones para medir la penetración de la publicidad de películas; los encuestadores preguntaban si habían oído de tal película y si sabían algo sobre la misma. Si el público era capaz de identificar correctamente a los actores que protagonizaban la cinta o algún aspecto del argumento, entonces se concluía que la publicidad había penetrado. También Gallup hacía mediciones en cuanto a la publicidad local y la publicidad nacional.
Estas investigaciones eran útiles a los estudios para hacer comparaciones sobre la eficacia relativa de los diferentes medios en los que se hacía publicidad de sus películas.[1]
[1]Ohmer, Susan. “Measuring desire: George Gallup and audience research in Hollywood.” Journal of Film and Video. 1-2 (43): 3-28 Division of mass communication. Emerson College. Spring and Summer. 1991. p. 19.

Dos películas costarricenses de 1965

Autor Daniel Marranghello
Publicado en La Prensa Libre
Todo sobre cine

A lo largo de las décadas se han filmado numerosas películas por parte de camarógrafos costarricenses. Muchas de ellas son películas cortas de tipo documental o periodístico, sobre temas de actualidad en el momento que fueron filmadas, pero que con el paso del tiempo se convierten en documentos históricos.
A fines de agosto de 1965 se publicó un gran anuncio en que se invitaba al público a ver un documental sobre la crisis que provocó el volcán Irazú, el cual sería transmitido por el Canal 7 un viernes a las 8 P.M.
El texto del anuncio decía: "El Gobierno de la República se complace en formular atenta invitación a todos los costarricenses para que presencien la exhibición de la película "Zona de emergencia".
Esta película, de corta duración, se compone de tres etapas:
Breve mensaje del señor Presidente de la República, Francisco J. Orlich.
Acción devastadora, con todo su imponente realismo, del Volcán Irazú.
Derrumbes y avalanchas, con sus aterradoras y funestas consecuencias, del río Reventado y otros.
Acción conjunta del Gobierno y el pueblo de Costa Rica para salvar a cartago y la producción Nacional".
La exhibición de este documental se produjo durante la campaña política 1965-1966 y bien puede considerarse que, además de su aspecto informativo, el documental buscaba reforzar la imagen del partido en el poder y apoyar indirectamente a su candidato a presidente, el licenciado Daniel Oduber.
Precisamente, el jueves 2 de setiembre de 1965 un anuncio del Partido Liberación Nacional invitaba al público a ver una cinta filmada el 28 de agosto, en el Gimnasio Nacional, durante una concentración política. El texto decía: "Vea y oiga al Lic. Oduber en su reunión del 28 a las 8 P.M. en el Gimnasio Nacional con la Juventud Costarricense". La cinta se presentó en el canal 9 ese jueves 2 de setiembre de 1965 a las 9:30 P.M.
Si esas cintas existen todavía deberían formar parte de un archivo cinematográfico nacional, porque son imágenes de notable valor histórico.

Las investigaciones de Gallup

Autor Marco Antonio Sanabria

Antes de los años cuarentas, los ejecutivos de lo estudios de Hollywood lograban sus estudios sobre el público y sus reacciones gracias a informes proporcionados por los exhibidores, las cartas que recibían de los aficionados al cine y según su propia intuición.
En la década de 1940 se empezó a utilizar por parte de la industria investigaciones empíricas, más que nada por la influencia del uso de investigaciones por parte de la radio y la prensa.
Entre 1939 y 1950, la empresa Gallup realizó más de 5.000 encuestas para más de una docena de estudios y productores independientes, incluyendo la RKO, Paramount, Columbia, David O. Selznick y Samuel Goldwyn. Dichas encuestas tuvieron influencia en cuáles actores serían los protagonistas en ciertas películas, la estructura narrativa, campañas publicitarias de películas como Gone with the wind o los dibujos animados de Disney.
Gallup se hizo famoso por encuestas políticas, y dichas investigaciones fueron el marco de referencia para las investigaciones sobre cine.
El carácter objetivo y científico de sus investigaciones fue lo que impresionó a los ejecutivos de Hollywood, los que creyeron que podrían lograr predecir las reacciones de los espectadores.
Hollywood quería hacer que las ganancias fueran maximizadas, y que las pérdidas fueran mínimas, al utilizar los resultados de dichas encuestas. Pero dentro de la industria hubo muchas discusiones, los guionistas, estrellas, dueños de salas y otros criticaron los métodos y conclusiones de Gallup.
Entre las principales críticas estaba que las encuestas reducían su autonomía creativa y convertían a las películas en productos fabricados en una línea de montaje. Durante este tiempo, se planteó una lucha por el control (por parte de los ejecutivos) y por la creatividad (por parte de los artistas).