jueves, 1 de julio de 2010

Los prólogos o avances

Autor Marco Antonio Sanabria

Los prólogos o avances corresponden al factor que más se parece en la teoría de la divulgación a la experimentabilidad.
Los comentarios, de las personas parecen indicar que los avances o prólogos son vistos por la gente como un elemento que les enseña de lo que trata una película determinada, más que como un anuncio o comercial en sí. Los prólogos, por su estructura, producción y otros, no entran dentro de la estructura narrativa tradicional de un comercial común, desde el punto de vista del espectador o televidente.
Los prólogos en un principio se pasaban al final de las películas, hoy se presentan al principio. Los prólogos tienen una duración variada, para la TV, por cuestión de costos, son de 30 segundos, (lo estándar), pero en el cine, pueden tener una duración de 90 segundos hasta dos minutos y medio (150 segundos).
Sobre los prólogos se pueden decir muchas cosas, pueden ser hechos (editados) de tal forma que dejen la impresión de una película de acción, como e.g. el prólogo de la película Live and let die in L.A. (1985), en la que hay 247 cortes. Curiosamente, dicha película fue prohibida en las salas de cine costarricense (1986) por la Oficina de Censura, pero una vez más la censura afectó solo a un medio, porque para 1987, Live and let die in L.A. fue posible verla en uno de los canales de TV costarricenses. El lector puede ampliar más la información al respecto, en el libro Cine y censura en Costa Rica, por Daniel Marranghello (1989, 89-90 pp.).
Un productor veterano dijo refiriéndose a su trabajo, que “hacer buenos prólogos de una mala película...si mi prólogo no es mejor que la película, estoy en problemas”.[1]
Lo anterior, queda confirmado con las declaraciones hechas por el señor Marranghello, al decir que los avances están hechos totalmente para manipular al espectador, al punto que muchos van a ver una supuesta comedia que no los hizo reír, y que además, para empeorar todo, las escenas graciosas las había visto ya en el prólogo. En este sentido, según dijo el crítico, la publicidad no puede ser deshonesta, puede funcionar a corto plazo, pero al correrse la voz, la película fracasa. Este caso recuerda el prólogo y la película Robin Hood: Men in tights (1993). Al respecto sólo queda decir que si los avances son considerados en los medios nacionales como publicidad pagada, o sea comerciales o anuncios, entonces deben someterse a lo establecido por el Código de Ética Publicitaria.
Dicho código en su introducción en el inciso 3 , dice:
“Toda publicidad, cualquiera que sea el medio utilizado para su difusión, debe ser legal, decente, honesta y veraz.”[2]
Los prólogos, no siempre son veraces, porque presentan e.g. una película como de gran sentido humorístico cuando no es nada graciosa, y más bien, aburrida. Y así muchos otros ejemplos, pero, es también posible considerar, que no todas las películas tienen los mismos efectos en todas las personas, e.g. una película de acción, puede parecer a unos aburrida, a otros violenta y a otros de acción.
En el Capítulo 1, en la sección de Normas de conducta, inciso 4 sobre la Honestidad, parte 4.1 dice:
“Los anuncios no deben se concebidos en forma tal que abusen de la confianza del consumidor o exploten su falta de experiencia o de conocimientos”[3]
Esto lleva a pensar, sobre los conocimientos reales y profundos que se pueden tener sobre una película en estreno, si son creídos como realidad (la que es falsa), el anunciante entonces está abusando del consumidor de películas. Y cuál puede ser la experiencia de un consumidor de películas, que no tiene gran conocimiento en la apreciación cinematográfica.
Se debe tener en cuenta, que es muy posible que no todos los prólogos o avances sean falsos o manipuladores. Si así lo fueran, véanse los siguientes extractos del Código de Ética Publicitaria:
“...5- Presentación veraz
5.1- Lo anuncios no deben contener ninguna afirmación o presentación visual que directamente o por implicación, omisión o ambigüedad, sea capaz de producir una impresión engañosa en el consumidor.
5.2- No deben hacerse aparecer afirmaciones exageradas como hechos exactos, si estas son capaces de producir falsas impresiones en el consumidor. Se exceptúan de lo anterior aquellas exageraciones evidentes utilizadas con el objeto de divertir o llamar la atención...
...Específicamente
5.4- Los anuncios no deben conducir a engaño en cuanto a:
a- Las características del producto anunciado; ejemplo: su construcción o formulación, su calidad, su utilidad, sus condiciones para cumplir los fines para los cuales es anunciado y su origen comercial o geográfico...
...5.5- Los anuncios tampoco deben conducir a engaño en cuanto a:
a- La calidad, precio, valor o condiciones de compra de otros productos existentes en el mercado y los servicios colaterales de la compra de los mismos...
...6- Violencia
Los anuncios no deben inducir a la violencia en ninguna de sus manifestaciones...
...11- Identificación de los anuncios
Los anuncios deben ser fácilmente identificables como tales, cualquiera que sea su forma y cualquiera que sea el medio en que sean usados. Cuando se publique un anuncio en un medio que también contenga noticia y material editorial, dicho anuncio debe ser presentado en forma tal, que los consumidores puedan distinguirlo del material editorial fácil y rápidamente.
12- Medidas de seguridad
Los anuncios no deben contener ninguna presentación visual de situaciones en que se incumplan medidas de seguridad y que, por lo tanto, puedan estimular la negligencia. Especialmente debe cuidarse el caso de los anuncios en que aparezcan niños o que sean dirigidos a ello...
...60- Formas de interpretación del código...
...Debido a las diferentes características de los distintos medios (prensa, televisión, radio, cine, afiches, rótulos, etc.) el hecho de que la versión de un anuncio preparada para un medio resulte aceptable para éste, no significa necesariamente que las versiones preparadas para los otros medios también resulten aceptables...”[4]
Cuando un prólogo miente sobre una película, el que lleva las de perder siempre es el propietario del cine y quienes han traído la película. Porque el público comenta sobre la misma y dichos comentarios tienen mucho poder, sobre todo si la publicidad no ha sido de gran importancia.
Los avances o prólogos, constituyen una de las formas más importantes para el mercadeo (específicamente en la parte de promoción), con la que se vende una película. Los mismos, tienen un segmento de interés claramente compatible con lo que se está viendo; esto quiere decir, que la película son imágenes en movimiento, y quienes las ven están en el cine. Además, se debe dejar claro, que posiblemente no todos los prólogos sean manipuladores, siempre hay alguno que es la excepción, alguno que desde cierto punto de vista, refleja lo que es la película. Pero para saber eso, habrá que analizarlo con mucha anticipación.Otro problema, es que un anuncio de un producto o servicio tradicional, puede se detectado con anticipación como engañoso, y demostrarse que lo es presentando pruebas (inclusive con solo ver el anuncio); pero en el caso de una película, hay que verla primero para luego definir si el anuncio era engañoso, y es bien sabido que en las salas de cine, no se devuelve el dinero una vez que se ha visto la película. Además, sumado a eso, está la forma de percepción del consumidor del prólogo y de la película, las personas también se equivocan, no prestan suficiente atención a los prólogos y crean sobre las películas ideas erróneas y mal fundamentadas. Y finalmente, qué hacer, si los prólogos son poducidos en los EE.UU. u otro país de donde proceda la película, se deben cambiar, o debería de establecese una excepción (que no existe) en el código.
[1]Wilson, John. “Impresario of the movie teaser”. Los Angeles Times. Part IV, June 1977. p. 10.
[2]Consejo Nacional de la Publicidad. Código de ética publicitaria. Cuarta edición. Foma Impresos de CR. Marzo, 1994. 24 pp.
[3]Consejo Nacional de la Publicidad. Loc. cit.
[4]Consejo Nacional de la Publicidad. Loc. cit.

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