Autor Marco Antonio Sanabria
Como ya se dijo en otra sección, las películas son diferentes a los productos comunes. e.g. el proceso para comprar un producto tangible es muy diferente al proceso para ver una película y así pagar por el alquiler de un vídeo o entrada al cine.
Sumado a lo que antes se dijo (sobre las características particulares de películas proyectadas en cines o alquiladas en los vídeo clubes) está la diversidad e interpretación de los géneros cinematográficos. Esto complica aún más el proceso de compra de una película.
Al respecto, el Sr. Daniel Marranghello dijo en una entrevista[1] que se le hizo, que no es fácil definir un género, para establecer las diferencias se debe tener conocimiento, capacidad de observación y reflexión.
Otro problema sobre las películas y los consumidores es el que las películas no tienen una marca específica. Antes ya se tocó este tema, así que lo que queda decir al respecto es que muchos ven como marcas de películas, las casas productoras (e.g. Walt Disney Productions, MGM, etc.), otros piensan en actores o directores, (e.g. Robert de Niro o Greta Garbo, o bien, Steven Spielberg, Tim Burton o Martin Scorsese), se dice que los premios otorgados (e.g. Academy Awards (conocidos como Oscar), Premios de festivales como el de Cannes, Venecia o Berlín), así hay muchas formas de interpretar la marca de una película. Pero si se compara con un producto, en las películas ciertamente una marca no se puede definir. e.g. la película The silence of the lambs, no se puede definir si es marca Jodie Foster, Anthony Hopkins, Jonathan Demme o bien si es marca Oscar (la película recibió tres premios (Oscar) de la Academia; a la mejor actriz, al mejor actor y a la mejor película).
Las películas a diferencia de los productos, son consumidas primero y evaluadas después. Ningún consumidor de películas, podía predecir con certeza que la película Star Wars le iba a gustar por lo emocionante, o por la interpretación de los actores, por los efectos especiales, etc. Eso sólo se sabe una vez que se ha visto la película.
Cuando la gente aplaude al final de la película, ¿qué significado se le puede atribuir a ese hecho? ¿Se deberá a la excelencia de la película, a los fabulosos efectos especiales que le dieron un realismo indescriptible, o será acaso, que ese aplauso va dedicado al mismo espectador en una manera de decir ciertamente gracias a mi buena elección, he podido disfrutar dos horas con esta película?
En un artículo[2], en 1982, se dio a conocer que no todo el comportamiento del consumidor[3] podría estar fundamentado en un proceso de información. Prueba de eso, son los consumidores impulsivos, que de repente deciden ir al cine con un grupo de amigos quienes ya han decidido qué película van a ver. O bien, porque estaba aburrido en casa, porque va la muchacha o el muchacho que le gusta, porque no hay otra cosa que hacer. Siempre que no interesa que se proyecta, cuando lo que importa es hacer algo y salir, son casos en que la información, es secundaria y a veces sin importancia.
[1]Marranghello, Daniel. Sobre la crítica de cine, la legislación, las ventajas y desventajas del cine y vídeo, los vídeos pirateados, los remakes y similares, los géneros cinematográficos, la publicidad de películas, etc. San José, C.R. Centro de Cultura Cinematográfica Irazú, 23 de diciembre, 1994. (Comunicación personal).
[2]Holbrook, Morris B. and Hirschman, Elizabeth C. “The experimental aspects of consumption: consumer fantasies, feelings, and fun”. Journal consumer research. (9): 132-140. September 1982.
[3]Comportamiento del consumidor: Son los procedimientos adoptados por los consumidores al buscar, comprar, evaluar, y disponer de productos, servicios e ideas.
jueves, 1 de julio de 2010
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