1. Una película en vídeo, puede repetirse cuantas veces sea necesario. Se pueden hacer repeticiones de ciertas escenas, o de algunas imágenes específicas, se puede utilizar la cámara lenta (la cinta se mueve despacio y por eso las imágenes también), se le puede quitar el sonido, para evitar molestar a otros o para analizar los movimientos de cámara, se puede poner pausa y estudiar la imagen fija en la pantalla. Se puede parar la película y seguirla después. Como el lector habrá visto, esto no es propio del vídeo, es propio del VCR (vídeo grabadora, vídeo cassettera, video cassette recorder, etc.). Un equipo que permite ver la película, y según el modelo (por lo general la mayoría) permite poner pausa, movimientos lentos de la imagen, controlar el tiempo, adelantar por tiempo, etc.
2. El vídeo no ata al consumidor de películas a horarios fijos, dependiendo obviamente del vídeo club, un consumidor podía alquilar una película y verla en la mañana, la tarde, la noche o a avanzadas horas de la madrugada (no incluye el último horario, el alquiler). El consumidor de películas, puede disponer de su tiempo y momento específico para alquilar y ver una película en vídeo.
3. Socialmente, el vídeo es más discreto que el cine. Una película pornográfica, es posible que sea vista con más discreción, confianza y disfrute de la privacidad, y otros, por medio del vídeo que en el cine. En el cine, existe la posibilidad de que la persona sea vista al entrar al cine o al salir del mismo, inclusive encontrarse con alguien conocido dentro de la sala (con igualdad de condiciones en esta situación específica). En cambio, el vídeo, no presenta situaciones de exposición como el cine tan graves. Sin embargo, los vídeos organizados, llevan un control con nombre y apellidos de las personas que alquilan películas, a veces incluyen el código o nombre de la misma. Depende de la discreción del encargado, que no se divulguen los hábitos de la persona específica que alquila este tipo de películas.
En este caso, el vídeo puede tener una connotación negativa, si se agrega lo dicho por el Señor Carcheri[1], que es que el vídeo puede utilizarse privadamente para mostrar pornografía a niños, mientras que en el cine no se puede hacer eso.
4. El vídeo, ofrece lo que no puede ofrecer el cine, da a los consumidores de películas la posibilidad y oportunidad de ver películas no disponibles en las salas de cine, por su antigüedad e.g. Casablanca (1943), High Sierra (1941), Cleopatra (1963), The African Queen (1951), Rashomon (1950), etc.
Otras veces el consumidor no pudo ver películas en el cine porque ya no se reestrenan (con la excepción de películas infantiles como las de Walt Disney y durante Semana Santa) por motivos personales que le impidieron ir al cine en el momento de las proyecciones, o bien, porque no estuvieron nunca disponibles, como el caso de las películas que se listan en el Anexo Nº 5 que nunca vinieron al cine en Costa Rica y de las cuales algunas se encuentran disponibles en los vídeo clubes o el Anexo Nº 6 que presenta un listado de películas que tampoco se proyectaron en las salas de cine pero que están disponibles en el Vídeo Centro Escazú.
5. El vídeo, ofrece la oportunidad al consumidor de películas, de poseer la película (comprando un original). Hoy, creaciones cinematográficas de Spielberg, Scorsese, Hitchcock, Welles, etc., están al alcance de las manos de cualquiera, gracias al vídeo. Y si se va un poco más allá, se puede incluir también al vídeo láser.
6. Para muchos el precio es una ventaja, para otros no lo es, por lo que el factor precio se ha incluido como ventajas en ambos medios. En el caso del vídeo, es una ventaja para aquellas personas que no tienen los recursos económicos ni el tiempo para ver una cantidad determinada de películas a un precio cómodo, e.g., dependiendo de las promociones del vídeo club, al alquilar cierta cantidad de títulos, (3, 5, 7, o más) los precios unitarios bajan, por lo que un vídeo, puede alquilarse hasta por ¢125,00 o menos, mientras que una entrada al cine cuesta de ¢350,00 a ¢500,00.
7. Los vídeos, ofrecen una amplia variedad de películas o títulos, de los cuales, el consumidor puede escoger el que le atraiga más. Dicha variedad, está normalmente clasificada, de modo tal que facilite a las personas escoger la película que desean. e.g. se encuentran clasificadas por actores, por géneros, por series de TV, por casas productoras, por tipo de interés especial, etc.
8. El vídeo, brinda la comodidad y privacidad del hogar, e.g. estar en la cama viendo la película, en pijamas, comiendo, fumando, tomándose una cerveza, poder decir malas palabras sin importar la opinión del resto, se puede llorar libremente, etc.
9. El vídeo al igual que el cine, permite socializar, con los amigos o la familia, el Sr. Alberto Franco agregó una frase que dice así: “Cuando uno está viendo un vídeo, siempre sabe quien está a la par”.[2] Esta afirmación parece aludir a problemas en salas de cine con gente que no se comporta bien.
10. En ocasiones, los vídeos, funcionan como entretenimiento para los niños, y permiten a la vez a la madre descansar un rato de sus labores diarias como amas de casa.
11. El vídeo, permite a las personas ver la película en muchos lugares, no quedan atados a una sola vídeo cassettera, e.g. pueden verse donde un familiar, en la casa, donde un amigo. Sin embargo, si queda sujeto al uso de un VCR.
12. Al igual que el cine, las películas en vídeo no contienen anuncios o comerciales que interrumpan la narración.
13. Si el vídeo cumple con sus funciones de servicio a la comunidad local, los clientes ven muchas de sus necesidades específicas satisfechas.
14. Las películas disponibles en los vídeo clubes, no están sujetas o expuestas a la censura, hasta el momento, como si lo están las salas de cine. Esto desde el punto de vista del consumidor. e.g. hay mercado para cine pornográfico, y es claro y comprobable que es muy fácil obtener este tipo de películas en los vídeo clubes, otras películas que han sido cortadas para ser proyectadas en las salas de cine o programadas en la TV, tiene su versión completa (uncut) en vídeo (a veces en vídeo láser también). Un caso claro y muy representativo de lo mal que está la oficina de censura, fue la prohibición en las salas costarricenses de la película de Martin Scorsese, The last temptation of Christ (1988) y que es posible alquilar en vídeo. Este caso está desde 1990 en la Sala Contitucional, por una acción de inconstitucionalidad sobre la censura en Costa Rica.
15. El vídeo es una buena opción de escape a la mala programación de la TV, el cable y las salas de cine.
16. El vídeo, permite la expansión cultural, al ofrecer no solo películas, sino también documentales, óperas, vídeos educativos, etc.
17. El vídeo permite a muchos grabar programas especiales en la TV o cable, grabar películas, documentales, noticias y otras para verlas después.
[1]Carcheri Schwartz, Luis F. Loc. cit.
[2]Franco, Alberto. Op. cit. San José, C.R. Vídeo Centro Escazú, 13 de diciembre, 1994. (Comunicación personal).
jueves, 22 de julio de 2010
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